El alcalde de O Carballiño, Carlos Montes, explicó que la iniciativa comenzó con una propuesta de un empresario de la localidad para poder financiar la compra del animal con 10 mil euros, pero en las últimas horas otros empresarios de la zona han mostrado su interés en participar en la compra, que ya alcanza la cifra de 30 mil euros.
En caso de que finalmente no sea adquirido, se intentaría que durante la semana de la fiesta del pulpo de O Carballiño se pueda trasladar allí y así serviría “de símbolo para patrocinar la fiesta y la capital del pulpo ‘a feira’”, según explicó Montes.
Paul vatició que España ganará el Mundial de Sudáfrica, elección que fue aplaudida en la localidad orensana porque “el pulpo está considerado como el animal más inteligente de la fauna”, según explicó el alcalde, quien añadió que el pronóstico se cumplirá porque hay que tomar al pulpo “como un aficionado más”.
El Concejo ha añadido una iniciativa más a la fiesta del pulpo en O Carballiño e invitará oficialmente a la selección española de fútbol y a la Federación para que participe en la celebración el segundo domingo de agosto, explicó Montes.
Sobre qué hacer con el pulpo si llega al pueblo, hay división de opiniones; unos creen que si el pulpo pasa por el pueblo debería ser “para venderlo y después comerlo”, tal como aseguró Teresa, dueña de una pulpería en el pueblo, mientras que José Luis, uno de los clientes, cree que debería ser expuesto en un acuario.
Fuentes de la lonja de Muros (La Coruña) informaron que no sólo “no se vende más” pulpo desde que Paul ha alcanzado la popularidad, sino que los precios han caído entre dos y tres euros el kilo, hasta situarse en 4 euros en los de más de tres kilos, con respecto a antes de la veda, que comenzó el 1 de junio y acabó el pasado 5 de julio.
En Burela (Lugo) ocurre lo mismo y en esta lonja se mantienen los precios de mayo, que oscilan entre los 4.5 euros el kilo en pulpos de más de dos y los 3.7 euros los de kilo.
Aunque no hay subida del precio del pulpo en las lonjas, la demanda de los consumidores en las pulperías sí ha aumentado, según ha explicado Teresa, dueña del establecimiento de O Carballiño
