Laura Hadland, de 27 años, realizó un masivo mosaico de rodajas de pan en distintos grados de incineración. La obra de arte está compuesta por la descomunal cantidad de 9.852 tostadas.
Fueron utilizadas 9 tostadoras para ir logrando los distintos tonos de los panes que luego fueron montados en un monumental mural. Cuando estuvo listo Laura sorprendió a su suegra Sandra Whitfield en su quincuagésimo cumpleaños. Y por el mismo precio también ingresó al libro Guinness de los Records por el mural de pan más grande del mundo.
La homenajeada comentó que adora las tostadas "pero se sintió muy raro ver mi cara plasmada en ellas. Estoy realmente conmovida por todo el esfuerzo que se tomaron para armarlo".
