Ukyoclub

sábado, 6 de noviembre de 2010

De las cloacas a su dedo

Una mujer contrató a una empresa de desperdicios para que le buscaran un anillo que tiró accidentalmente por el inodoro. Lo hallaron dos años después.

Joan Speirs, de 67 años, se reunió con su amado anillo –regalo de su difunto esposo- dos años después de tirarlo por el inodoro. Luego de dejarlo ir por los caños contrató a una pequeña compañía familiar especializada en tanques sépticos para que la ayudara a encontrarlo.

A pesar de haber colocado una videocámara en el interior del pozo ciego el anillo no pudo hallarse. Así que pusieron a un empleado con un detector de metales a recorrer los inmundos confines del gigante depósito de popo. Pero con los mismos resultados. La joya se negaba a aparecer.

Increíblemente, dos años más tarde, un empleado de la misma firma que había fracasado en hallarlo, se encontró de casualidad el anillo mientras trabajaba en el mantenimiento de unas tuberías cloacales.

Julie French, de la firma Clear Master con base en Dorkin, Inglaterra, explicó que "fue verificado que se trataba del mismo anillo y entregado a Spiers, quien explotó de emoción ya que había perdido toda esperanza de volverlo a ver".