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viernes, 29 de octubre de 2010

Día de Muertos Vs Halloween

En México El Día de Muertos es una tradición que continúa vigente, sin embargo la festividad estadounidense gana terreno.

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CLIC AQUI PARA LEER :  APIZACO PERDIENDO LA TRADICIÓN 02/11/2010





"Vivimos en este proceso de globalización y es obvio que las tradiciones venidas de otros lados como el Halloween tiene un gran impacto hacia la población de nuestro país".





No es malo conocer otras tradiciones culturales y cómo se manifiestan... el problema es que ésta se ha convertido en una festividad comercial. Durante estos días, en los alrededores o en los propios mercados de la ciudad de México, se pueden encontrar miles de objetos y artículos relacionados con la tradición estadounidense más que con la Mexicana.

Los disfraces son la característica principal del Halloween, la calabaza de color naranja también está vinculada con EU

La celebración del Halloween es el 31 de octubre y el de Día de muertos, 1 y 2 de noviembre.

Halloween es una contradicción de Hallow y de Even que se ha traducido como "Víspera de todos los Santos".

La tradición del Día de muertos es mucho más antigua que la estadounidense, tal y como hoy la conocemos porque el culto a los muertos es universal y viene desde época antigua, pero el altar, los santos, esperar que lleguen las almas es típicamente mexicano.

Toda frontera implica un cruce, y la forma en que la cruzan los estadounidenses y los mexicanos, constituye a su vez dos maneras de asumir y representar la muerte. El 31 de octubre, durante el Halloween anglosajón, los espectros conquistan el Más acá y se dedica a aterrorizar a los vivos mediante distintas manifestaciones de la muerte.

Pero lo que resulta más interesante, es que los anglos prefieren aludir a ese estado civil llamado muerte, mediante representaciones de la maldad: brujas con escobas, calabazas parlantes, jinetes sin cabeza o espectros representativos como los Dráculas, los Hombres Lobo, Franquesteines, Momias egipcias y hasta con máscaras de los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos. Sus razones tendrán para asociar el Otro Lado con la cara de sus presidentes.

El uno y dos de noviembre, los mexicanos recordamos la muerte desde otra perspectiva. La representación fundamental es la Calaca, y ya sea desnuda o vestida, siempre reproduce las acciones más bulliciosas de los seres vivos. Por eso baila, canta, come, ingiere bebidas alcohólicas e invita a los goces de la existencia. Por similares razones, los deudos y parientes la reciben vestidos de fiesta, porque el visitante llega del Otro Lado, no para aterrorizar, sino para unirse a la celebración de la vida.

En el Día de los Fieles Difuntos, no valen los disfraces ni del que llega ni de quien lo recibe. No se trata de ocultar la identidad, sino de todo lo contrario, de revelarla. Todos sabemos a quiénes esperamos. Nuestros visitantes tienen nombre y apellido y los recibimos con la representación de su calavera y con las puertas abiertas para agasajarlos con las viandas y golosinas que les siguen apeteciendo.

En el Halloween no aparecen los difuntos, sino espectros o fantasmas que aterrorizan y amenazan. Por eso ejecutan la represalia de la maldad o el maleficio a quienes les niegan el tributo que los convocó al Más Acá. Y esto sucede porque la celebración anglosajona representa un choque, una lucha entre diferentes. Consideran a los muertos una especie de Mojados o Ilegales provenientes del Más Allá que cruzan la frontera sin papeles y sin invitación. La nuestra es una reunión de convivencia porque la muerte resulta sólo otra estadía de la vida que gozamos en el Más acá.

Los Espectros del Halloween atemorizan por la diferencia. Nuestros Fieles Difuntos consuelan con la semejanza. Y es que la Calaca mexicana, como dice la canción, es sólo el recordatorio de que en el fondo de la fosa, todos llevaremos la misma vestidura. Sin embargo no puedo sino lamentar que a raíz de la sustitución de costumbres, y por lo tanto la aceptación de otra manera de asumir la vida, cada vez resulta más evidente entre los mexicanos de ciertas clases sociales, la inclinación a entender la muerte como un enemigo que acecha, y no como el simple y jolgoriento esqueleto que todos llevamos dentro y que espera, pacientemente, la oportunidad de venir a visitarnos aunque sea una vez al año.

No se comparan los altares que se colocan en los distintos estados de la República Mexicana con tradiciones extranjeras, el colorido es inigualable. Falta apreciar las tradiciones con las que cuenta México y también hay que alimentarlas.

El adorno de los panteones, tal como lo conocemos sólo se utiliza aquí y es algo que también poco a poco va desapareciendo

CLIC AQUI PARA LEER :  APIZACO PERDIENDO LA TRADICIÓN 02/11/2010
El como halloween gana terreno en mi localidad, u_u